jueves, 19 de noviembre de 2009

Estad firmes en la libertad

ESTAD FIRMES EN LA LIBERTAD

Galatas 5.1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

Libertad- estado del que no es esclavo; es libre y puede expresarse lo que siente sin importar donde estás.

Yugo- carga pesada, prisión, atadura, es una madera que unen los bueyes para mover o arar la tierra.
Esclavo- estar bajo dominio de otro; carece de libertad; es todo lo contrario.

Esas palabras significan que al aceptar a Jesucristo como su único salvador usted ha sido perdonado, ¡completamente! Las faltas del pasado ya no tienen poder sobre su vida. Con valentía usted ha cambiado lo que se podía cambiar su condición propia. Tome un tiempo para deleitarse en el gozo de la libertad que acaba de encontrar.

La libertad no significa que puedo hacer lo que me de la gana. Esa es la peor clase de esclavitud. Libertad significa que he sido liberado para llegar a ser todo lo que Dios quiere que sea, para alcanzar todo lo que Dios quiere que alcance, para disfrutar todo lo que Dios quiere que disfrute.

En un reporte de las estadísticas de estadounidenses las personas consumen aproximadamente tres toneladas de aspirina por día. ¡Eso equivale a una cantidad bastante importante de estrés y dolor!

Estudios actuales se disputan la alegación de que el estrés solo deriva de eventos de crisis, como la muerte, el divorcio, la enfermedad y el desempleo. Ahora el estrés también está vinculado a una sucesión dificultades pequeñas, apiladas una sobre otra. Ya sea una causa que haga peligrar la vida, o un simple contra tiempo, el estrés es una reacción humana a los verdaderos límites de la vida. Es el predicamento de intentar responder a exigencias ilimitadas con recursos limitados.

Pero hay una receta para el estrés. Jesús no invita: "Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso". Le podemos pedir que se eche nuestra carga al hombro, que comparta el yugo del estrés son nosotros. Ni tres toneladas de aspirina por día bastará para librarnos de todo nuestro estrés, llevar nuestra carga con Jesús resulta más fácil que hacerlo solos.

La vida con cargas pesadas nos puede abrumar o conducir a los recursos ilimitados de Dios, cuyo yugo nos es suave y cuya cargas es liviano si dejamos que él lleve la carga pesada.

Así que Cristo es el autor consumador de la fe, él es el gran libertador de la esclavitud del pecado.

Gálatas 5.13-14

Porque nosotros hermanos a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

Porque toda ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Conclusión:

La vida cristiana es de libertad. No tomar de nuevo el yugo de la esclavitud; por que las cosas externas no tienen nada que ver con la libertad del espíritu. O sea no abandonar el evangelio. Debemos estar firmes en la libertad de Cristo.

El cristiano que es salvo por gracia sin ningún merito recibe el espíritu de Dios y trabajo y ama a su prójimo porque tienen el amor de Dios. Este es el cumplimiento de la ley en la nueva dispensación de la gracia. 

Dios te bendiga!














UN DIA....


SATANAS Y JESUS CONVERSABAN

Un día Satanás y Jesús estaban conversando. Satanás acababa de ir al Jardín del Edén, y estaba mofándose y riéndose diciendo:


Si Señor. Acabo de apoderarme del mundo lleno de gente de allá abajo. Les tendí una trampa, usé cebo que sabia que no podrían resistir.
Cayeron todos!


¿Que vas a hacer con ellos? Preguntó Jesús.


Ah, me voy a divertir con ellos. Respondió Satanás. Les enseñaré como casarse y divorciarse, cómo odiar y abusar uno del otro, a beber y fumar y por supuesto, les enseñaré a inventar armas y bombas para que se destruyan entre sí. Realmente me voy a divertir!


¿Y qué harás cuando te canses de ellos? Le preguntó Jesús.

Ah, los mataré. Dijo Satanás con la mirada llena de odio y orgullo.

¿Cuánto quieres por ellos? Preguntó Jesús.

Ah, tu no quieres a esa gente. Ellos no son buenos. ¿Por qué los querrías tomar. Tu los tomas y ellos te odian.  Escupirán a tu rostro, te maldecirán y te matarán. Tu no quieres a esa gente!!


¿Cuánto? Preguntó nuevamente Jesús.


Satanás miró a Jesús y sarcásticamente respondió: Toda tu sangre, tus lagrimas, y tu vida.


Jesús dijo: HECHO!


Y así fue como pago el precio.

Que Dios le de sabiduría y entendimiento para comprender el sacrificio que él hizo por cada uno de nosotros.  El lo hizo por Amor y compasión para que aceptemos por medio de él su salvación para la vida eterna.


Amén!