sábado, 3 de abril de 2010

¿Qué es reverenciar a Dios?

¿Que es reverenciar a Dios?

El significado de reverenciar en el libro secular nos habla de la siguientes manera: venerar, idolatrar, doblar la rodilla, acatar, estrechar la mano, respetar, ofender.

En sentido bíblico reverenciar: es "ser santo", "hacer santo", "consagrar", "dedicar", "santificar".  Santificar o hacer santo; apartar para un uso santo.

Es la dedicación de alguna cosa o persona para un propósito sagrado, con la implicación de que la persona así dedicada está separada del uso común. De esta manera el séptimo día fue santificado, consagrado o apartado, para el Señor al final de la semana de la creación (Gn. 2:3; Ex. 20:11), dedicándolo para un propósito santo. Los sacerdotes estaban consagrados, apartados para sus responsabilidades divinas (Ex. 29:1), así como el tabernáculo y todo el mobiliario del santuario estaban separados para usos santos (40:9). Los primogénitos eran puestos aparte y dedicados al Señor (Nm. 3:13).

En el Salmo 130 3: 3-4 "JAH, si mirares a los pecados,  ¿Quien, oh Señor podrá mantenerse?  Pero en ti hay perdón.  Para que sea reverenciado."

En este Salmo nos habla que nuestro Dios Omniciente conoce nuestros pecados; no hay quien pueda mantenerse frente a él siendo nosotros impuros, sucios y lleno de pecados. 

En el libro de Isaías 6: 5-6 "Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.

Y voló hacia a mí uno de los serafines,  teniendo en su mano un encendido, tomado del altar con unas tenazas; y tocando con él mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.

Son cuatro pasos a seguir para poder reverenciar a Dios en la siguientes manera:
  • Primero- Dios conoce nuestros pecado, así que si reconocemos el pecado.
  • Segundo- Humillar ante él y confesar nuestros pecados.
  • Tercero- Pidiendo que nos limpie nuestros pecados con su preciosa sangre. 
  • Cuarto- Dar reverencia a Dios porque él hizo el sacrificio perfecto para limpiar, sanar y salvar nuestras almas.
Así que Dios ama al pecador; pero aborrece al pecado.

Hoy es el día perfecto para reflexionar, reconocer, confesar y ser libre de pecado.  No lo dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy; porque no sabemos, ni el día, ni la hora en que ha de venir nuestro Señor a buscar a su iglesia.

Dios te bendiga!