lunes, 7 de junio de 2010

EL BORDE DE TU MANTO





"Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.


Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.


Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.


Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?


Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?


Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto.


Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.


Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; vé en paz, y queda sana de tu azote."


Mateo 5:25-34