viernes, 20 de noviembre de 2009

LA PROMESA DE NUESTRA ESPERANZA




LOS ISRAELITAS FRENTE
AL MAR ROJO

Hebreos  10:23 "Mantengamos firme, sin flucturar, la promesa de nuesra esperanza, porque fiel es él que prometió."

 Moisés se para a orillas del Mar Rojo  con los israelitas balando como ovejas asustadas, mientras los egipcios se les vienen encima.  Los israelitas temieron en gran manera y dijeron:  ¡Mejor nos hubiera sido servir a los egipcios que morir en el desierto!  Exodo 14:12

Y nosotros nos parecemos a los israelitas cuando nos quejamos con las cosas de nuestro hogar, en las cosas de nuestros esposos, la vida cotidiana y el modo de vivir cómodamente, sin salir a congragarnos, a edificar y escudriñar la palabra y llevar la palabra de nuestro amado Señor.

La respuesta de Moisés a los israelitas se parece bastante a al respuesta que nos da Dios en esos momentos increíbles de la vida en que el Mar Rojo nos impide el paso, y los egipcios de la actualidad se nos vienen encima.  "No temáis, estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; por que los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis". 
Exodo 14:13-14

Mantengan sus posiciones, que hoy mismo serán testigos de la salvación que el Señor realizará a favor de ustedes...  Ustedes quédense quietos, que el Señor presentará la batalla por vosotros.

¿Quienes son los egipcios que se nos vienen encima hoy? ¿Cuentas por pagar?  ¿Críticas poco amables? ¿Desempleo? ¿Enfermedades? ¿Confusión en cuanto a nuestro valor personal?


Si tendemos a preocuparnos; a entrar en estado de pánico y correr, Dios nos dice: "Quedense Quietos".  Hoy en este momento, atrapada entre los egipcios y el Mar Rojo, podemos escoger:  dejar el pánico y en vez de eso quedarnos quietos. 

Así que debemos quedarnos quieto y esperar en la promesa de nuestra esperanza.  El es nuestro protector y nuestro escudo en la tribulación.

Salmo 41:2  Jehová lo guardará, y le dará vida; Será bienaventurado en la tierra, Y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos.

Dios te bendiga!