viernes, 6 de diciembre de 2019

CON LA VARA QUE MIDAS; SERAS MEDIDO



CON LA VARA QUE MIDAS SERAS MEDIDO 

Un anciano chino permanecía sentado en el pórtico de su casa, demasiado viejo para trabajar en la huerta, mientras su hijo y el resto de la familia araban el campo para la siembra. 

El hijo mira al anciano y piensa para sus adentros: Ya está muy viejo... ¡Todo lo que hace es comer y producirnos gastos y molestias! ¿Qué nos puede aportar? Lo mejor es salir ya de ese viejo estorboso. 

Así pues, el hijo construye un cajón; lo arrastra hasta el pórtico y ordena bruscamente a su padre: ¡Padre, métete ahí dentro! Cuando el anciano, con paso vacilante, logra meterse dentro de la caja, el hijo le coloca la tapa y la clava fuertemente; la monta sobre una carreta tira por dos bueyes y se encamina montaña arriba hasta un elevado peñasco. 

Al llegar a la cumbre, el hijo oye unos golpes que lo llaman desde el interior de la caja y pregunta: ¿Qué quieres, papá? La voz del padre responde desde el interior: Hijo, ya comprendo lo que estás haciendo conmigo; me vas a matar porque ya no te sirvo de nada... pero déjame darte como padre un último consejo: Te sugiero que me tires a mí por el despeñadero; pero conserva el cajón, porque muy probablemente tus hijos llegarán a necesitarlo dentro de unos años... 

Muchas veces se nos olvida que, todo lo que hagamos a otros, nos lo harán a nosotros. 

La Biblia dice: "Porque tal como juzguen se les juzgará,  y con la medida que midan a otros,  se les medirá a ustedes." (Mateo 7.2 NVI). 

No quieres ser juzgado de manera injusta; No seas injusto con quienes han entregado toda la vida por el bien tuyo. ¿Quieres que tus hijos de traten con misericordia y respeto?, trata a tus padres de la misma forma. 

Recuerda que no estás obligado a hacerlo, porque Dios respeta tu libre albedrío, pero te aseguro que por tu bien y por que las cosas te salgan como quieres, estás necesitado y comprometido consigo mismo a hacerlo.

domingo, 27 de octubre de 2019

BUSCO UNA PIEZA PERDIDA


BUSCO UNA PIEZA PERDIDA...

Esa pieza significa mucho para mi; ya que es una fortuna bien valiosa. Mientras que otros desprecian el valor humano. A veces las personas cometen el error de refugiar o confiar en alguien que no los valoran, ni los respetan, ni tampoco son sensibles o que simplemente nunca desean el bien para los demás. 

Ellos se aprovechan de las debilidades o que estén presentando en algunas situaciones; que los hacen pensar que no tienen soluciones a los problemas; y siempre andan perdidos. 

Hoy yo te digo que tu eres la pieza perfecta para Dios con solamente identificarte; “Soy la pieza de valor que andas buscando aquí estoy.” 

Heme aquí Señor!  
DLBM