sábado, 14 de noviembre de 2009

La Protección Divina

SALMO 34

Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabaza estará de continuo en mi boca.
En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos y se alegraran.
Engrandeced a Jehová conmigo,
Y exaltemos a una su nombre.

Busqué a Jehová, y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores.
Los que miraron a él fueron alumbrados,
Y sus rostros no fueron avergonzados.
Este pobre clamó y le oyo Jehová;
Y lo libró de todas sus angustias.
El ángel de Jehová acampa alrededor
de los que le temen, Y los defiende.
gustad, y ved que es bueno Jehová;
Dichoso el hombre que confía en él.
Temed a Jehová, vosostros sus santos,
Pues nada falta a los que le temen.
Los leoncillos necesitan, y tienen hambre;
Pero los que buscan a Jehová no tendrán
falta de ningún bien.

Venid, hijos, oídme;
El temor de Jehová os enseñaré.
¿Quién es el hombre que desea vida,
Que desea muchos días para ver el bien?
Guarda tu lengua del mal,
Y tus labios de hablar engaño.
Apártate del mal, y haz el bien;
Busca la paz, y síguela.


Los ojos de Jehová  están sobre los justos,
Y atentos sus oídos al clamor de ellos. 
La ira de Jehová contra los que hacen mal,
Para cortar de la tierra la memoria de ellos.

Claman los justos, y Jehová oye,
Y los libra de todas sus angustias.
Cercano está Jehová a los quebrantados
de corazón;
Y salva a los contritos de espíritu.

Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.
El guarda todos sus huesos;
Ni  uno de ellos será quebrantado.
Matará al malo la maldad,
Y los que aborrecen al justo serán condenados.
Jehová redime el alma de sus siervos,
Y no será condenados cuantos en él confían. 

AMEN!

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