PALABRAS QUE ACARICIAN
Se escuchan por doquier las voces estridentes y altisonantes. La palabra dura y agria. Haz que tus palabras tengan la suavidad de los pétalos y la caricia de un arrullo.
Sólo así podríamos llevar alivio y sosiego al de ánimo conturbado. Hay palabras que duelen como el azote y queman como el fuego. El hombre abrumado por su soledad, desasistido en su desamparo y en desamor por falta de simpatía humana, necesita la palabra que le fortalezca y conforte.
Consejo: "Haz hermano mío, que tu palabra tenga sal como el mar, perfume como la flor, suavidad como el algodón, dulzura como la miel y luz como el sol."
Biblia (Job 6:25) dice:
"¡Cuán Eficaces son las Palabras rectas!"
Dios te colme de muchas bendiciones!
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