jueves, 24 de junio de 2010

NO TE ACELERES





No aceleres la lluvia, ella tiene su tiempo cierto de caer y saciar la sed de la tierra.

No aceleres la puerta del sol, él tiene su tiempo de anunciar la noche hasta su último rayo de luz.

No aceleres tu alegría, ella tiene su tiempo de aprender con tu tristeza.

No aceleres tu silencio, él tiene su tiempo de paz después que los ruidos paren.

No aceleres tu amor, él tiene su tiempo de sembrar en la tierra árida de tu corazón.

No aceleres tu rabia, ella tiene su propio tiempo para expandirse en las aguas calmadas de tu conciencia.

No aceleres al otro, pues él tiene su tiempo para florecer a los ojos, pues él tiene su tiempo para florecer a los ojos del Creador.

No te aceleres a ti mismo, pues necesitas de tiempo para sentir tu propio crecimiento.

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