PADRES E HIJOS
EN LA OBEDIENCIA DE PADRES E HIJOS
Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas.
“Que Dios te Bendiga y te guarde; que el Señor te mire con agrado y te extienda su amor, el Señor te muestre su favor y te conceda la paz.”
íDIOS TE BENDIGA!
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